"El rezó - no era mi religión, / El odia - no era lo
que yo odio, / El habló - no era mi idioma, / El se vistió - no era lo que yo
vestía, / El tomó mi mano -no era el color de la mía, / Pero cuando él se rió,
era como yo me reía, / Y cuando él lloró, era como yo lloro."


jueves, 16 de julio de 2009

Ganesha ~ Ganesh


Dios Hindú de la sabiduría, la inteligencia, de los caminos y de las letras.

La vida es el continuo vaivén de la existencia. El ser humano, debido a este movimiento, experimenta alegrías y penas. Si hay algo que todo ser humano anhela, eso es la felicidad, pero normalmente se busca de una manera equivocada. Deseamos vivir unas situaciones determinadas que creemos nos harán felices, pero a medida que hacemos realidad nuestros deseos nos damos cuenta de que eso no nos da la felicidad que esperábamos y entonces vamos a buscar otra cosa. El ser humano nunca podrá ser feliz mediante la consecución de deseos, porque, sin saberlo, lo que en realidad está buscando es regresar a la Eternidad de la cual surgió. Pero, en general, vive dormido y no se da cuenta de ello, se pasa la vida persiguiendo sueños. Sólo algunas personas despiertan y empiezan a intuir que tiene que haber algo más. En ese momento están preparadas para ser guiadas por Ganesha, el Dios de la Sabiduría, a través del verdadero camino hacia la felicidad. Ganesha simboliza la Verdad que somos realmente, pero dado que creemos ser alguien, para nosotros es un Dios al que debemos adorar. Ganesha tiene cabeza de elefante porque de esta manera sólo aquel que no se deje impresionar por las apariencias y busque la esencia, podrá reconocer en él aquello que busca. Esto simboliza el hecho de que para conocer la Verdad hay que renunciar a todo lo falso, ya que no se puede alcanzar la Verdad mientras estemos asentados en el error y en la falsedad. Renunciar a lo falso implica abandonar la idea de que somos algo separado, desprendernos de esta falsa identidad que creemos ser y relativizar todas las experiencias, tanto las agradables como las desagradables, pues tanto unas como otras pertenecen al mundo de lo transitorio.